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Observando
daños con la vista
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La técnica que se
emplea, es saber examinar las piezas
al trasluz. Se van mirando las piezas
cambiándonos constantemente de posición,
y siempre miraremos desde una posición
en diagonal para poder ver la luz reflejada
en la pintura, y así nos ayudara
fácilmente a ver toda clase de abolladuras,
algunas en forma de ondulaciones "aguas".
En la imagen derecha, se aprecia claramente
la forma en la que tendríamos que observar
las piezas de pintura en un coche.
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Esta técnica requiere
cierto tiempo para el aprendizaje.
Debemos tener en cuenta,
el saber detectar hasta el más mínimo
desperfecto, y eso conlleva un poco de práctica.
Hay algunas abolladuras que son muy
difíciles de detectar, pero
con el tiempo serán pocas las abolladuras
que se nos pasen por alto en algún
coche.
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En esta profesión,
tener un buen tacto es fundamental
Otra técnica muy usual,
es la del tacto, ya que con ésta, podremos
detectar la anomalías que no consigamos
distinguir visualmente.
Desplazaremos la palma de la mano
por la superficie de la pieza con movimientos
tanto horizontales y verticales,
como diagonales, pero con detenimiento y esmero.
De esa forma, con la misma mano, notaremos
si hay alguna abolladura, ya que detectaremos
cualquier protuberancia con el tacto. No utilizaremos
guantes para esta tarea, puesto que perderíamos
mucha sensibilidad y eso dificultaría
la localización de las abolladuras.
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Al tacto...
El pasar la mano, es una tarea cotidiana del
chapista.
Habrá que tener especial cuidado en
zonas donde la pintura este saltada, porque
nos podemos clavar en la piel trocitos (astillas)
de pintura con facilidad y también
precaución con los cantos de la chapa,
salientes, remaches, etc..
Normalmente, tanto un chapista como un pintor
con experiencia, pueden ver o notar abolladuras
que algunas personas no detectarían
así al pronto.
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Marcando
las piezas dañadas del coche
Con un rotulador o tiza (preferentemente
de un color opuesto al del vehículo),
se irán marcando todas las abolladuras,
arañazos y desconchados que veamos.
Como dato y a titulo informativo, personalmente
he marcado siempre diferenciando por una parte
los arañazos, "abolladuras minúsculas"
y desconchados con un círculo, lo que
significa que se dejan para la fase de pintado;
por otra parte las demás abolladuras
las marco con una equis, lo que significa
que habrá que desabollarlas posteriormente.
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Lo mejor: un rotulador permanente
o una tiza.
Truco: si mojamos la tiza un rato en agua,
marcamos y al secarse se ve perfectamente.
Lógicamente, las
abolladuras de cierta envergadura, no es necesario
marcarlas, puesto que se distinguen por si
solas.
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