Sistema de lijado y fabricación mineral.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1) Introducción.

 

En todos los procesos de reparación de chapa y pintura juegan un papel muy importante diferentes tipos de productos abrasivos. La importancia de estos materiales radica en que permiten realizar diferentes acciones como son:

 

Remover material; Entre otras aplicaciones destacan la limpieza de puntos de oxidación, la eliminación de puntos de soldadura, retirada de pintura, limpieza de metal dañado por corrosión o el decapado homogéneo de los recubrimientos originales.

 

Restauración de formas; Dando forma a masillas, moldeando y adaptándose a contornos y formas de carrocería. Logrando uniformidad y progresiva reducción de la profundidad de las capas reduciendo escalones en la zona reparada.

 

Conseguir un buen acabado; Aumento de la superficie sobre la que se anclará la siguiente capa de recubrimiento, evitando posteriores desprendimientos. Es importante su uso en la eliminación de pulverizaciones en pinturas de acabado, descolgados, motas, reducción de las marcas de arañazos derivados del proceso anterior. Se emplean también en la eliminación de velados y hologramas.

 

Para conseguir un acabado perfecto en el que se minimicen los esfuerzos derivados de correcciones, tanto el chapista como el pintor deben conocer las herramientas adecuadas, y la forma de aplicar estos productos abrasivos. Evitando así sobreprocesos innecesarios que revierten en una pérdida de rentabilidad en el taller, dada la inversión adicional que requieren en material y en mano de obra.

 

El uso continuado de estos producto ha llevado a minimizar su importancia considerándolos un producto cotidiano, sencillo de usar y muy básico en su composición. Sin embargo se trata de productos complejos formados por múltiples capas y su aplicación y composición condicionan un acabado adecuado. Es conveniente una elección adecuada de las herramientas y propiedades de los abrasivos que se emplean en la preparación de una superficie ya que como veremos, un lijado muy fino impedirá el anclaje correcto de la capa de pintura, mientras que un lijado muy grueso llevará a la aparición de defectos en el paso siguiente y a la necesidad de rectificar y repintar, con la consiguiente pérdida de tiempo y de dinero.

 

 

 

 

 

 

 

Abrasivos y lijado en preparación superficies - Continuación