Para asegurar la calidad de los abrasivos fabricados se han realizado sistemas de homologación que tratan de contrastar la calidad del material. La Federación Europea de Productos Abrasivos (FEPA) ha creado un código, por el que se marcan con una letra P delante del valor del grano los productos que cumplen con sus valores Standard.

 

Existen otros sistemas de nombrar los materiales abrasivos, por ejemplo los fabricantes americanos se reúnen en otra asociación (ANSI) y en Japón se usa la nomenclatura J.I.S. que mantienen criterios menos estrictos, lo que lleva a que sus productos no consiguen la misma calidad que los marcados como P dado que incluyen una mayor variedad de tamaños de material abrasivo (Figura 2 b). La figura 2.a muestra un ejemplo de la equivalencia en el tamaño medio de partícula de granos que siguen el Standard FEPA y los que siguen el Standard ANSI.

 

Figura 2.a. Comparativa entre abrasivos FEPA y ANSI.

Comparativa entre abrasivos FEPA y ANSI.

 

 


Figura 2.b No FEPA (Granos de mineral de tamaños muy dispares) vs FEPA (Granos de mineral muy homogéneos).

 


En definitiva es muy recomendable el uso de materiales abrasivos que cumplan estrictamente los patrones de la FEPA ya que aportan mayor homogeneidad en el lijado permitiendo alcanzar una mayor calidad en el acabado.

 

 

Deterioro.

 

Son varias las vías por las que un producto abrasivo se acaba deteriorando tras un periodo de uso. El uso adecuado del disco, con las herramientas adecuadas y su velocidad justa permite poder minimizar el proceso de deterioro.

 

 

El arromamiento es posiblemente la causa más frecuente de deterioro de un abrasivo dada la gran tendencia del óxido de aluminio para redondearse en sus aristas perdiendo su capacidad de corte.

 

El embazado se produce cuando la distancia entre los granos se recubre de polvo y suciedad impidiendo que los abrasivos muestren sus aristas de forma correcta.

 

 

 

 

 

 

Constitución y fabricación de Abrasivos - Minerales y Granulometría 2ª Parte