Factores que influyen en el acabado

 

Construcción:

 

Soporte.
Como se ha comentado, la dureza del soporte condiciona el acabado que se consigue. Si el soporte es más duro y rígido no se adaptará a la superficie, y será el plato el que va marcando la zona a lijar, sin embargo cuando el soporte es más flexible se va adaptando a la superficie a lijar.

 

Adhesivo.
En realidad el tipo de adhesivo empleado no afecta al acabado sino a la posible aplicación. Así los adhesivos naturales no se emplean en lijado al agua dado que se disuelven parcialmente en agua. Los abrasivos que usan adhesivos sintéticos se usan en lijado al agua o en seco. Mientras que los que usan adhesivos naturales sólo se usan en seco y se suelen emplear en las últimas fases del acabado.

 

Tamaño del mineral.
Para operaciones de desbarbado, decapado de pintura, eliminación de óxido etc, y en general todas aquellas que requieran un trabajo importante de arranque de materia se recomiendan el uso de granos de numeración baja. Las operaciones de afinado del aparejo, de rectificado de defectos o de matizado de laca utilizan granos más finos.

 

Disposición del mineral.
De igual manera que el tamaño de grano condiciona las aplicaciones, la disposición del grano marca también el proceso que se realiza. Los abrasivos con una disposición abierta del grano se usan en operaciones de desbarbado y arranque de material, así con esa disposición abierta queda hueco entre los granos abrasivos que permiten que el embazamiento se minimice. En los discos con disposición cerrada se utilizan en operaciones finales donde el material arrancado es bastante menor y no se va a dar embazado con facilidad, y además se busca un mejor acabado.

 

Empleo:

 

Velocidad.
Es uno de los factores claves a la hora de analizar el comportamiento de un abrasivo. A medida que se aumenta la velocidad de giro de un disco abrasivo aumenta la velocidad de corte de este material. Sin embargo, aumenta también de forma proporcional el desgaste que sufre el producto y el acabado que se provoca sobre la superficie es peor.

 

En definitiva, no se recomienda el trabajar a velocidades muy elevadas para conseguir alargar la vida útil del producto y no provocar rugosidades demasiado elevadas.

 

La velocidad que se puede recomendar para cada abrasivo depende del tipo de adhesivo que componga el material. Siendo los adhesivo que usan dos capas de adhesivo sintético los que soportan mayores velocidades. La velocidad máxima de trabajo está en torno a las 8000 rpm. El rendimiento adecuado se consigue al 80% de la velocidad máxima.

 

Presión.

El otro factor a considerar es la presión que se ejerce sobre la superficie en la que se trabaja. Existe la percepción en muchos profesionales, de que a medida que se aplica mayor presión en el plato y sobre la superficie se consigue una mayor capacidad de corte.

 

El factor más determinante a la hora de arrancar material es la velocidad no la presión.

La aplicación de presión sólo consigue reducir la vida útil del abrasivo. No se debe aplicar mayor presión que la ejercida por el peso de la máquina y un poco más. Así se alarga la vida del abrasivo, se embaza menos el disco y la rugosidad producida es menor.

 

Platos.
La dureza del plato, marcará la adaptabilidad del plato a la superficie sobre la que se está trabajando lo que produce un acabado mejor o peor. Una mayor dureza proporciona mayor capacidad de corte que va de la mano de una mayor rugosidad. Si la dureza del plato es menor mejora sustancialmente el acabado pero la capacidad de corte desciende.

Otro de los factores clave del plato es la capacidad de extracción de polvo que va aparejada a los platos soportes mediante agujeros conectados con equipos de extracción. El patrón de agujeros que muestre el plato marcará la capacidad de extracción que llevará a un menor embazamiento.

 

 

 

 

 

 

Factores que influyen en el acabado